Capítulo 17
(Natalia Serna)
Pasada media hora, quizás algunos minutos más, las visitas se habían marchado dejando a Jack y Jessica solos en aquella habitación de hospital. Ambos estaban en silencio, sin saber que decir, cuando se quedaron solos. Ni siquiera Jessica se atrevía a decirle que había visto a Diana y que era hermosísima, mucho más que ella. Jack, por su parte, no sabía cómo empezar a entablar conversación después de todo lo ocurrido.
—¿Quieres...? —dijeron los dos a la vez rompiendo el silencio de la habitación.
—Empieza tú —continuó Jack después de que ambos se quedarán en silencio.
—No —le contestó Jessica—, habla tú.
—Lo mío es una tontería —dijo Jack—. Seguro que lo tuyo es más importante, ¿qué me ibas a preguntar?
—¿Por qué lo has hecho? —le preguntó Jessica después de unos segundos de silencio y sin atreverse a decirle que había visto a Diana— ¿No pensaste en que podías haberte matado?
—Lo sé —le contestó Jack mirando a la ventan—. Estaba buscando matarme y acabar con todo de una vez.
—¿Cómo...? —empezó a decir quedándose sin habla, ¿cómo podía querer matarse alguien como él? Era algo que no cabía en su cabeza— ¿Cómo puedes querer matarte?
—Tú no lo entiendes —empezó a decir—. No entiendes nada.
—Si me lo explicas tal vez... —empezó a decir Jessica dejando un silencio antes de decir lo siguiente—. He visto a Diana, está en la habitación de al lado. Es hermosa Jack y no entiendo cómo te fijaste en mí después de haber estado...
—¡Quieres callarte! —le grito Jack sin dejarle terminar de hablar y provocando que Jessica se medio asustara de su reacción— Perdona —Siguió diciéndole después de ver la reacción de Jessica—, no quería asustarte. Es que...
—Será mejor que me vaya a casa y te deje descansar —le dijo sin dejarle terminar—. Vendré a verte mañana, si quieres que venga.
—Claro que quiero que vengas, perdona por haberte gritado, Jess —se disculpó—. No quería asustarte.
—No pasa nada —le contestó.
Ambos se despidieron como si fuera simples amigos. Jessica quería despedirse con un beso como siempre lo hacía, pero algo se lo impedía. Al salir del hospital, y antes de dirigirse a la salida, Jessica no pudo evitar echar una ojeada a la habitación de Diana quien seguía en coma desde aquel fatídico accidente.
***
Aquel fin de semana paso entre visitas al hospital para hacer compañía a Jack y salidas a los recreativos de la zona junto con su amiga Emy. Richard, por su parte había intentado ver a solas a Jessica para evitar que fuese al hospital, pero las continuas negativas de ella le estaban poniendo cada vez más nervioso por la situación. Había llegado el lunes y Richard la esperaba al lado de su taquilla para así hablar con ella. Al llegar Jessica no dudo en besarla en los labios lo que provocó que Jessica se apartará de él.
—¿Qué pasa? —preguntó Richard— ¿He hecho algo que te incomode?
—No... —le contestó Jessica— Solo es que... que necesito tiempo Richard. Tiempo para asimilar todo lo que ha pasado. El accidente de Jack... Noelia... Diana... Necesito tiempo para estar sola y serenarme.
—¿Tiempo para estar con él? —le preguntó Richard empezando a ponerse celoso de Jack.
—Jack es una persona muy importante en mi vida y no pienso dejarle solo en el hospital —le contestó Jessica algo molesta por la actitud de Richard—. Tengo que irme a clase —siguió diciendo mientras cogía los libros y cerraba su taquilla.
—Tenemos que hablar —le dijo Richard cortándole el paso—. No quiero que lo veas ni que estés con él, es peligroso para ti.
—No me digas lo que tengo o no tengo que hacer —le contestó molesta— soy lo suficientemente mayor para hacer lo que quiera y ahora, ¿me dejas pasar?
Richard se apartó de su paso por lo que Jessica se marchó para el aula de biología que estaba a punto de empezar en unos segundos. Mientras se marchaba, Richard no dejaba de mirarla los celos se apoderaban de él al imaginarla junto con Richard en la cama del hospital.
***
La semana para Jessica pasó entre las clases en el instituto, los deberes en casa por las tardes y las visitas al hospital para hacer compañía a Jack quien, después de que Jessica le dijera que necesitaba tiempo para asimilar todo lo que había pasado estas semanas atrás, sorprendentemente para ella, Jack lo había aceptado bastante bien. Una de aquellas tardes, Jessica había llevado a Jack a dar una vuelta por el hospital, en una silla de ruedas que le habían prestado las enfermeras, para que él se aireará un poco y desconectará de aquellas cuatro paredes. Al volver de la cafetería donde habían tomado unos refrescos, al pasar por la habitación de Diana, Jack no pudo evitar mirar al interior de la habitación donde podía verse a la joven postrada en la cama mientras una enfermera controlaba sus constantes vitales y el ritmo de su corazón. Jack, sin dejar de mirarla, no pudo evitar que unas lágrimas se le cayeran por las mejillas.
—¿Quieres que entremos? —le interrumpió Jessica quien había visto aquella vulnerabilidad de Jack—. A lo mejor puedes sentirte mejor si lo haces.
—Llévame a la habitación —le contestó Jack.
—¿Pero...? —siguió intentando convencerle—. Opino que te vendrá bien verla.
—Llévame a mi habitación —le volvió a decir intentando no volverle a gritar—. Necesito estar solo.
Jessica no siguió hablando, tan solo le llevo a su habitación y le ayudo a subirse a la cama puesto que necesitaba ayuda debido a la escayola que tenía en la pierna.
—Lo siento, Jess —le dijo Jack cuando ya estaba en la cama—. Gracias por todo lo que estás haciendo por mí, pero no estoy preparado para verla.
—No pasa nada —le contestó—. Tengo que irme a casa.
Jessica iba a irse cuando la mano de Jack cogió la suya impidiéndole que se marchará. Ambos no dijeron nada. Tan solo se miraron a los ojos diciéndose todo con una simple mirada.
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